Hace tiempo que una billetera dejó de ser exclusivamente una “bolsa para dinero”. Hoy almacena tarjetas bancarias, fotografías de sus seres queridos y mucho más. Puede ser para mujeres, hombres e incluso niños.
Una billetera (a menudo llamada “billetera”) es un accesorio plano y de forma recta. La palabra en sí proviene del antiguo eslavo eclesiástico “bolso”. En la antigüedad, este era el nombre que se le daba a un bolso blando con cierre (generalmente en forma de botón o cordón). Si antes los productos hechos de tela gruesa eran comunes, entonces para coser modelos modernos se utilizan cuero, gamuza y materiales sintéticos.
Los científicos sugieren que las primeras bolsas para guardar dinero aparecieron entre el 640 y el 630 a. C. en Lidia (el territorio de la Turquía moderna). Los habitantes de este antiguo estado acuñaban activamente monedas de oro y plata. La gente utilizó estas primitivas instalaciones de almacenamiento de dinero durante mucho tiempo, hasta principios del Renacimiento.
Así, en el siglo XVII se empezó a utilizar la llamada “billetera del avaro”. Era difícil abrirlo debido al cierre especial y, por lo tanto, el deseo de gastar dinero surgía con mucha menos frecuencia.
En aquella época había muchos mendigos en las calles y los europeos ricos les daban calderilla. Pero sacar monedas de la propia billetera para este propósito se consideraba una mala señal: la gente creía que tal gesto ahuyentaría el dinero. Por ello, el cambio para la limosna se guardaba en una bolsa especialmente diseñada para tal fin, que estaba decorada con todo tipo de inscripciones. Incluso se le ocurrió un nombre: "bolsa de misericordia". Curiosamente, hasta principios del siglo XX se utilizaron bolsas de mendicidad similares. Fueron olvidados sólo después de 1917.
En los estados europeos medievales, los omoniers eran comunes: bolsas para dinero especiales y bastante espaciosas. Se guardaban en el cinturón y se utilizaban para esconder no solo monedas, sino también joyas, objetos personales valiosos y documentos de miradas indiscretas.
En la antigua Rusia, las primeras bolsas de dinero se utilizaron en Novgorod en el siglo IX. Luego fueron cosidos de tela o cuero. Dicha billetera estaba atada en la parte superior con un cordón especial, para que no se perdiera dinero.
Hoy en día existen muchos tipos de billeteras. Varían en tamaño, material de fabricación y finalidad. El diseño también es variado. Así, entre los modelos más populares destacamos las siguientes opciones:
Hoy en día, se utilizan como cierres imanes, cremalleras, botones y bandas elásticas. También es popular la clásica cartera, en la que las piezas metálicas se cierran de golpe como las dos mitades de un libro.