Coser un manto medieval con tus propias manos: patrón, diagramas y descripción.

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El manto medieval es uno de los disfraces de carnaval más versátiles que quedará bien tanto para niños como para niñas. Con la ayuda de accesorios adicionales puedes cambiar radicalmente tu apariencia. En este material le contaremos la historia del manto medieval y también le proporcionaremos un patrón y un plan paso a paso para coser esta prenda inusual. Al final del artículo encontrarás fotografías de impermeables, consejos de costura y patrones.

Historia del manto: de los cavernícolas a la Edad Media

Los impermeables fueron probablemente la primera prenda de vestir para las personas. Los prototipos de mantos eran pieles de animales procesadas, que los pueblos primitivos se echaban sobre los hombros. Esta prenda se ha convertido en un imprescindible del armario masculino. Las pieles se sujetaban con correas y se sujetaban con alfileres a un hombro.

Posteriormente, las pieles fueron sustituidas por trozos de tela de diferentes materiales, que cambiaban según las condiciones climáticas.Existen análogos de impermeables en casi todos los países del mundo. Entonces, los antiguos romanos usaban mantos sobre sus túnicas. Los mantos cubrían solo un hombro para que se pudiera ver el color de la toga, por lo que se podía determinar el estatus social del dueño del manto. Más tarde, con el desarrollo de los tintes, el estatus social pudo ser determinado por la capa: los líderes militares llevaban el rojo y los senadores y altos funcionarios el blanco. El objetivo principal del impermeable era proteger de la lluvia y el frío. A menudo los soldados romanos tenían que dormir bajo sus capas, usándolas como manta. Las capas se usaban no solo en Europa, sino también en Oriente: los albornoces árabes protegían a sus dueños de las frías noches en el desierto. Según una versión, ese mismo manto ancho de libro de texto llegó a Europa precisamente de manos de los árabes alrededor del siglo XI durante las Cruzadas. Según otras fuentes, los vikingos introdujeron los mantos a los europeos, lo que se confirma indirectamente con las descripciones de la ropa en las sagas islandesas.

El nombre en inglés de la capa proviene de la palabra francesa cloche, que significa "campana". El caso es que en la Edad Media los mantos se cosían en forma acampanada imitando una campana. La mayoría de las veces era una capa ancha sin cierre y parecía un gran trozo de tela con un agujero para la cabeza. Sólo los ricos podían permitirse un manto largo: la nobleza y los representantes de las órdenes ricas llevaban mantos que les llegaban hasta los talones. No se trataba sólo de demostrar riqueza y protección contra el frío: los largos faldones del manto protegían a los jinetes de la suciedad y podían ocultar sus rostros de miradas indiscretas.

Las capas con capucha fueron populares entre todos los segmentos de la población hasta el siglo XIV. Posteriormente, estas prendas se utilizaron exclusivamente durante los viajes.Quizás este cambio dramático en la moda sea responsable del hecho de que hoy el manto se asocie principalmente con la Edad Media. Después del siglo XIV, las capas con capucha eran utilizadas principalmente por gente pobre o ladrones.

Renacimiento de la moda de los mantos medievales.

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Sin embargo, a mediados del siglo XVI, la moda de los impermeables volvió gracias a España: los amantes de la moda locales comenzaron a diversificar los guardarropas masculinos introduciendo diferentes variaciones de impermeables con diferentes longitudes y cortes, la presencia o ausencia de cuello y mangas desmontables.

La versión medieval del manto se modificó: si antes el manto solo se podía usar en un hombro (lo cual era inconveniente para los zurdos), entonces la versión española modernizada se podía arrojar sobre ambos hombros y cubrir bellamente, envolver el cuerpo. Los nobles y los amantes de la moda adinerados utilizaban telas caras y pesadas para coser capas, y la capa en sí se complementaba con un forro, que generalmente contrastaba con la parte exterior de la capa. Las más ricas llevaban mantos a las bordadoras para que adornaran los cuellos y los bordes con lujosos bordados. Pocas personas se atrevían a viajar con una capa así, pero los residentes de la ciudad la usaban voluntariamente para eventos y reuniones sociales. Pronto la moda española de llevar impermeables se extendió por toda Europa. A pesar del sencillo corte del manto, los europeos encontraron algo con lo que distinguirse: casi cada país tenía su propia manera especial de atar el manto y su propio tipo de broche específico para sujetarlo, los llamados broches. El corte del manto también era diferente: podía ser rectangular, semicircular o trapezoidal. Pero la combinación de colores era aproximadamente la misma para todos: predominaban los tonos oscuros de rojo, azul, marrón y verde.

La moda de llevar un manto sobre un hombro resultó muy oportuna, pues detrás del manto era muy conveniente esconder una espada o cualquier otra arma. Los libros de esgrima de esa época incluso hablaban de técnicas especiales para usar una capa durante un duelo. Por ejemplo, uno de estos libros sugería envolver una capa alrededor de su mano izquierda (si el duelista es diestro) e interceptar la espada del atacante para atacar primero. Los guardias y mercenarios comenzaron a usar cada vez más capas, para quienes esta prenda masculina adquirió funciones adicionales de combate y camuflaje. Curiosamente, la moda de los impermeables fue detenida por la Revolución Francesa, que no solo cambió en gran medida el mapa político de Europa, sino que también influyó en la moda de esa época: los impermeables sustituyeron a los uniformes.

¿Qué se necesita para crear un manto medieval?

El consumo de material depende en gran medida de la altura de la persona que llevará el impermeable, y la elección del tejido depende del objetivo final. Para el cosplay, es mejor dar preferencia a las telas naturales para la decoración exterior: de esta manera, incluso si te mojas en el bosque durante los juegos, será menos probable que te congeles. Y para una actuación en interior, puedes elegir cualquier tejido que imite el tejido natural.

  • Gran trozo de tela para las partes exterior e interior. Puedes elegir colores contrastantes para que luzca impresionante. Si el impermeable se va a utilizar al aire libre como forro inferior, recomendamos llevar una tela impermeable. Para el exterior, una solución económica pero cálida sería un tejido de lana natural. Pero ten en cuenta que con mucha humedad la tela encogerá mucho, recomendamos tener esto en cuenta a la hora de cortar.
  • Patrón de capa y capucha adaptado al modelo.
  • Materiales de costura.
  • Peroné, cordón o cualquier otro cierre.

Plan paso a paso para coser un manto medieval con capucha.

El ancho universal de la tela es de aproximadamente 1,5 metros. El volumen de la tela se calcula mediante la fórmula: ancho de la tela x 2 + ancho de hombros. Es decir, en promedio, para un impermeable necesitarás unos 3,5 metros de cada tejido.

  1. Pegue los patrones ya ajustados al modelo a la tela y a la tela del impermeable.
  2. Deja un margen de 1,5 cm.
  3. Recorta las partes resultantes. Deberías tener: la parte exterior de la capa, la parte interior de la capa y la capucha.
  4. Dobla el forro y la parte exterior del impermeable hacia abajo y conecta las dos partes.
  5. Procese la capucha por separado y cósela a la capa.
  6. Coloque la fábula o cualquier otro sujetador.
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