La sudoración es un proceso fisiológico natural que no causa molestias durante el funcionamiento normal del cuerpo. Pero a veces la secreción de sudor se vuelve abundante y va acompañada de un olor.. Algunas personas se enfrentan a este problema en verano, cuando se ven obligadas a utilizar zapatos cerrados.
Zapatos cerrados en verano: ¿no es eso lo que hace que te suden los pies?
Cualquier zapato puede provocar sudoración excesiva, pero cambiarlo por otro par no garantiza la eliminación del problema.
Las principales causas de los pies sudorosos:
- incumplimiento de las normas de higiene;
- zapatos seleccionados incorrectamente;
- producto fabricado con material de baja calidad;
- aumento de la actividad física, que aumenta la sudoración;
- dieta poco saludable con muchos alimentos salados y grasos;
- trastornos hormonales, enfermedades del sistema endocrino;
- anomalías en el funcionamiento de los órganos internos, hígado, riñones;
- hongos en los pies, dermatitis, eccema.
Los zapatos cerrados no son la principal causa de los pies sudorosos. Pero el par equivocado puede causar molestias y aumentar la sudoración.
Elegir los zapatos de verano adecuados
A veces, los códigos de vestimenta en el trabajo u otras circunstancias te obligan a usar zapatos cerrados. Pero esto no es motivo para soportar la sudoración excesiva y los olores desagradables.
Existen varias reglas que ayudarán a evitar molestias en el verano:
- Estrictamente fiel al tamaño. Existe la opinión de que es mejor comprar zapatos por la noche, cuando el pie se hincha un poco y aumenta de tamaño. Un error común es comprar una talla más pequeña o con un ajuste demasiado estrecho. Las mujeres tienden a hacer esta elección para resaltar la elegancia de sus piernas. Pero, de hecho, con zapatos ajustados, se altera el flujo sanguíneo, se pueden desarrollar callos y el pie comienza a sudar más de lo normal. Los zapatos demasiado grandes también tienen sus inconvenientes. Si es ancha en la horma o larga, los dedos se ven obligados a esforzarse para sujetar las botas o los zapatos. Además de un aumento de la sudoración, esto puede provocar dolores de espalda y deformidades en los pies.
- Escalando con tus propios pies. Si el empeine está más bajo, la pierna experimentará tensión. En este caso, toda la carga recae sobre los dedos de los pies y los talones, donde se forman callos y aumenta la sudoración.
- Materiales naturales. En climas cálidos, el cuero artificial no proporciona suficiente ventilación y no elimina el exceso de humedad. A lo largo de un día de uso, las molestias se acumulan y el sudor producido se absorbe en los zapatos. Vale la pena prestar atención a las plantillas.. Deben estar fabricados de un material suave y transpirable. Si el fabricante ha elegido plantillas de baja calidad, conviene sustituirlas.
- ¡Nada de zapatos de charol! Parece elegante, pero usarlo todo el día es malo para tus pies. El charol no deja pasar el aire y pierde sus cualidades externas cuando hace calor.
Cómo evitar sudar en verano
No basta con elegir zapatos buenos y de alta calidad. El verano es una época de clima cálido y sol brillante.
No se recomienda llevar ningún modelo cerrado descalzo. Con el calor, la piel de tus pies rozará la superficie interior de los zapatos, e incluso con materiales naturales y transpirables, producirá sudor. debajo de las zapatillas de deporte
o mocasines, los tacones de algodón servirán.
Si no es apropiado usarlos, las tiendas venden reposapiés de nailon especiales para hombres y mujeres.
Es necesario observar las reglas de higiene personal. Para ello, cámbiese los calcetines a diario y lávese los pies con agua fría y jabón para lavar ropa. En climas cálidos de verano, la frecuencia de lavado de pies se puede aumentar a 3 o 4 veces al día.
Si los zapatos han absorbido olores y sudor, es necesario secarlos. Para eliminar el olor, se rocían aerosoles especiales en el interior. Puedes utilizar desodorantes para pies. Reducen la sudoración y bloquean el olor.
En casos raros, la sudoración depende únicamente de zapatos seleccionados incorrectamente. Esto suele resultar evidente al cambiar de un par a otro. En otros casos, es necesario combatir la causa de la sudoración. Para ello, debe revisar su dieta, visitar a un médico y controlar cuidadosamente su higiene corporal.