Chelsea no es sólo el nombre de un conocido club inglés. Se trata de unas botas casuales, increíblemente elegantes y bonitas, que hoy en día llevan tanto hombres como mujeres.
Al igual que el club de fútbol del mismo nombre (que, por cierto, no lleva ningún nombre de botas), los zapatos Chelsea son originalmente ingleses. Inicialmente, se trataba de botines de mujer con los que los amantes de la moda británica que vivieron en los siglos XVIII y XIX montaban a caballo. Estas botas fueron inventadas por Joseph Sparks-Hall. Su creación resultó ser un gran éxito: a las personas de la alta sociedad de esa época les gustaban tanto las botas Chelsea que no tenerlas se consideraba literalmente de mala educación. El éxito de estos botines se evidencia especialmente en el hecho de que a mediados del siglo XIX los usó la reina británica Victoria.
Con el paso de los años, las botas Chelsea han dejado de ser sólo zapatos de mujer. Su comodidad fue apreciada por los hombres, que les fabricaron botas para los paseos diarios.
¡Por cierto! La aparición del nombre todavía causa controversia entre los historiadores de la moda. La versión más probable: las botas llevan el nombre de uno de los distritos de Londres.
Las botas Chelsea tienen rasgos característicos que las distinguen de todos los demás zapatos:
La versión clásica de Chelsea son las botas sin cordones, cierres ni elementos decorativos. Para coserlos, el cuero liso natural o la gamuza son ideales, pero hoy en día también se utilizan materiales sintéticos (aunque es difícil llamar a estos zapatos verdaderas botas Chelsea).
¡Por cierto! La suela debe ser de cuero y suave, pero al mismo tiempo lo suficientemente gruesa.
Algunos modelos modernos están equipados con una cremallera en el interior del maletero para mayor comodidad. También es difícil decir que esta opción es un verdadero Chelsea, más bien es una variedad igualmente hermosa. Es importante que la cremallera coincida completamente con el tono del material y esté cosida con alta calidad.
Hoy en día, el Chelsea es una excelente opción de calzado para la temporada baja. Se cree que crear un look básico con estas botas no es difícil, ya que se pueden combinar con prendas de una amplia variedad de estilos.
Por ejemplo, las botas Chelsea se combinan con jeans, incluidos los pitillo, o con un vestido informal de corte recto. Una chaqueta motera de cuero o un abrigo formal serían ideales como top.
Estas botas quedan bien con pantalones cortos de oficina con flechas, una chaqueta y el bolso más simple y estricto de la forma rectangular correcta.
Quizás la única prenda que definitivamente no se puede combinar en un solo look armonioso con Chelsea sea un vestido de noche, ya que no se puede combinar con zapatos planos.
Al comprar este tipo de botas inglesas, debe prestar atención no solo a la calidad del cuero, sino también a la durabilidad de las inserciones de goma. Se les considera la parte más vulnerable del Chelsea. Los textiles de baja calidad se estirarán y perderán rápidamente su forma, y los zapatos no le quedarán tan ajustados a sus pies como le gustaría.