Un sombrero, un tocado con corona y ala, no solo protege del viento o del sol, sino que también agrega un toque de sofisticación y modestia moderada a cualquier atuendo. Este accesorio complementa un look de negocios o un traje de fiesta, es ideal para caminar en el calor del verano y protege de las tormentas de otoño. En una palabra, tal artículo de vestuario merece "asentarse" en el estante del armario durante mucho tiempo.
Otro invento notable, que también se convirtió en el prototipo de los sombreros actuales, se creó en la Edad Media en Europa. En 1395, la reina francesa Isabel de Baviera ideó un tocado inusual de forma cónica, conocido por los historiadores como el "gennin". Sus dimensiones eran impresionantes: la altura del cono alcanzaba el metro (para las princesas). Las damas de la corte se conformaron con un accesorio más modesto, cuyo cono se elevaba 60 centímetros por encima de sus cabezas.
En los siglos XV-XVI, los sombreros de paja se pusieron de moda entre la nobleza europea. Por la misma época comenzaron a decorarse con plumas de faisán.Si una persona era culpable, como castigo se le colocaban en el tocado plumas arrancadas de pájaros del bosque.
En el siglo XVI se pusieron de moda los complementos de fieltro. Estos sombreros eran de ala ancha y su aparición en el guardarropa de los ciudadanos medievales no fue accidental. En aquella época, las condiciones insalubres eran una constante en cualquier ciudad europea. Era la costumbre de algunas personas de verter los restos de su actividad vital por las ventanas lo que obligaba a la gente del pueblo a llevar esos sombreros.
Sin embargo, el verdadero apogeo de la popularidad del sombrero se produjo en el siglo XIX. En aquella época aparecieron los sombreros para bailes y cenas. Por cierto, en aquella época se introdujo en las normas de etiqueta el “permiso” para que las mujeres no se quitaran el tocado en el interior de la casa.
En el siglo XX, el desarrollo de la moda de los sombreros fue controvertido. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, se empezaron a utilizar las bufandas y fueron las preferidas por las mujeres durante muchos años. Sin embargo, en los años 60, los sombreros volvieron al mundo de la moda y, aparentemente, permanecieron allí para siempre.
¿En qué se diferencia un sombrero de cualquier otro tocado? En primer lugar, su aspecto: es estable y mantiene bien su forma. Además, dicho accesorio tiene elementos obligatorios: la corona (parte superior) y el ala, que puede ser excesivamente ancha o muy estrecha.
El sombrero no cubre las orejas del frío y requiere condiciones especiales de almacenamiento (por ejemplo, no se puede simplemente doblar en un bolso de mujer como un sombrero o lavar en una máquina), pero es un excelente accesorio para los amantes de los looks sofisticados.
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Hay una gran variedad de sombreros. Entre los más populares cabe destacar:
Por supuesto, esta lista está incompleta. Sin embargo, independientemente del tipo, es necesario elegir este accesorio en función de las características individuales, como la forma de la cabeza y la cara, el color de la piel, los ojos y la longitud del cabello. También vale la pena tener en cuenta los detalles de la imagen para la cual se selecciona el tocado: todas las prendas deben coincidir no solo en color, sino también en estilo.
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