Los artículos de fieltro se asocian con la comodidad y la calidez. Tarde o temprano, muchos deciden que los chalecos de fieltro pueden ser una alternativa digna a un suéter o jersey de lana. En este artículo encontrará recomendaciones para elegir chalecos de fieltro y con qué accesorios cotidianos puede usar esta prenda de vestuario inusual. Al final del material hay fotografías e ideas para una imagen original.
Historia del fieltro
El fieltro es probablemente uno de los métodos más antiguos de procesamiento de tejidos. Es difícil decir exactamente dónde aprendieron por primera vez a sentir el fieltro con lana. También hay disputas sobre el período. Los científicos se centran en el período en el que los humanos domesticaron ovejas y comenzaron a domesticar el ganado, hace aproximadamente 9.000 años. Lo más probable es que se tratara de pueblos del norte que se vieron obligados a sobrevivir en un clima difícil.Aunque la primera leyenda asociada a la producción de fieltro apareció entre los sumerios, según la cual el guerrero y héroe Ur-Nammu aprendió a sentir lana, este conocimiento lo transmitió a su pueblo. Se sabe que los guerreros sumerios llevaban munición de fieltro grueso en lugar de armaduras, cuya parte superior parecía un poco chalecos de fieltro. La tradición europea afirma que el proceso de fieltrar lana fue introducido en la sociedad medieval por San Clemente, el futuro cuarto Papa. Incluso existe una versión bíblica de la creación del fieltro: el proceso de fieltrado se descubrió por pura casualidad, cuando los animales del Arca de Noé comenzaron a mudar y pisotear su lana con sus patas y pezuñas, creando una gran alfombra de fieltro. Los nómadas euroasiáticos fabricaban casi todos los utensilios domésticos con fieltro: tiendas de campaña para yurtas, parte superior de zapatos, ropa, almohadas, alfombras, bolsas para provisiones e incluso lugares para dormir. Se cree que el fieltro apareció en Rusia con la llegada de los tártaros mongoles; Las famosas botas rusas comenzaron a afieltrarse mucho más tarde. Los primeros chalecos de fieltro aparecieron recién en el siglo XVII y formaban parte de uniformes militares.
Características y técnicas de fieltrado.
El primer fieltro no era brillante (principalmente gris, negro y marrón), por lo que estaba decorado con inserciones de cuero genuino y telas de colores o bordados con hilos. También se encontró fieltro blanco, pero los artículos hechos con este material raro requerían más tiempo, por lo que se usaban en días festivos. Básicamente, los artesanos utilizan dos técnicas de fieltrado: seco, realizado con agujas especiales (que se utilizan para crear juguetes y joyas) y húmedo, utilizado para fieltrar ropa y otros productos planos.
Cómo elegir el chaleco de fieltro adecuado
En primer lugar, debes centrarte en la composición del chaleco de fieltro. Hoy en día, se utilizan materias primas más avanzadas para fieltrar lana. La lana de oveja merina es más suave y fina que la de otros tipos de oveja, por lo que los artesanos prefieren trabajar con ella. Las artesanas han convertido el fieltro de lana en un verdadero arte y constantemente inventan nuevas formas de decoración. Por eso, es bastante inesperado que a veces el fieltro se combine con texturas sólidas, como la cerámica, el vidrio e incluso el metal.
¿Cuál es la mejor forma de llevar un chaleco de fieltro?
Históricamente, los chalecos de fieltro (como los chalecos en general) eran ropa de hombre. Estos artículos fueron usados por los militares durante la guerra ruso-polaca en el siglo XVII y se usaban debajo de la ropa, no sobre ella. En el siglo XIX, el chaleco de fieltro pasó a formar parte del guardarropa de las mujeres y se convirtió en una opción para la ropa exterior de verano. El chaleco de fieltro adquirió su aspecto moderno a finales del siglo XIX: comenzó a usarse en invierno y debajo de la ropa. Probablemente debido al pasado masculino del chaleco, hoy en día muchas amantes de la moda lo usan principalmente con pantalones o jeans. Muy a menudo, los chalecos modernos adoptan la forma estricta de chaquetas sin mangas y encajan armoniosamente en el armario de la oficina. Muchas personas usan chalecos de fieltro a modo de cárdigans, y debajo llevan una camisa o (con menos frecuencia) un vestido hecho de una tela lisa. Esta prenda puede convertirse en una decoración original decorada en estilo nacional, con una decoración en forma de bordados originales, añadiendo inserciones de terciopelo, cuero o piel.