Un sujetador es un elemento de la ropa interior femenina que cubre, levanta ligeramente y sostiene los senos. La palabra en sí nos llegó del idioma alemán y se traduce como "soporte del pecho". Bueno, es difícil dar una definición más precisa de esta prenda del guardarropa femenino.
Se cree que la historia del sujetador es rica: ha tenido sus altibajos. Hubo períodos en los que la gente cambió su actitud hacia esta ropa interior, la modificó. Sin embargo, durante mucho tiempo, los senos de las mujeres fueron tratados, si no con reverencia, con admiración y, por lo tanto, se prestó especial atención a la creación de ropa para ellos.
Las mujeres del antiguo Egipto llevaban fajas en el pecho. Para su confección se utilizó lino grueso. Es interesante que los hombres de esa época valoraran los senos pequeños y prolijos, y ese vendaje los hacía aún más seductores.
En la antigüedad, las mujeres griegas llevaban una banda para el pecho similar a un sostén moderno. Sostuvo y levantó los senos desde abajo y, por lo tanto, fue una verdadera salvación para aquellas con figuras con curvas.Al mismo tiempo, apareció el estrofión, un cinturón pectoral hecho de cuero suave, especialmente valorado por las mujeres de la antigua Roma.
En la Edad Media, los sujetadores quedaron olvidados y se pusieron de moda los corsés pesados. El cofre se sostenía en ellos con la ayuda de inserciones metálicas especiales. Este diseño era terriblemente incómodo, pero ¿quién pensaba en aquella época en la comodidad? La belleza medieval realmente requería sacrificios, y además serios.
La situación empezó a cambiar sólo a finales del siglo XIX, cuando la gente se dio cuenta de que el corsé no sólo era inútil y estropeaba la figura, sino también peligroso. Luego se hicieron populares las disposiciones de la Escuela Alemana de Higiene, que lo criticaban activamente. Se creía que el corsé contribuía a la esclavización de la mujer, porque restringía el movimiento y no le permitía disfrutar de la vida.
El 27 de junio de 1889, en una exposición en París, una francesa llamada Hermine Cadolle mostró por primera vez un sostén. Posteriormente se celebraron espectáculos similares en Alemania y Estados Unidos.
En 1922, la emigrante rusa Ida Rosenthal y su marido desarrollaron tallas estándar para sujetadores, que se basaban en la forma y el volumen del pecho. Al mismo tiempo, el mundo conoció por primera vez la existencia de un sostén para mujeres lactantes.
Hoy en día, el sujetador puede ser muy simple (algodón) o lujoso (seda o satén). Además, a principios de los años 90 se creó un sujetador único, que no se considera una prenda de vestir, sino un artículo de lujo: está hecho de oro puro.
Hay bastantes opciones para esta ropa interior. Veamos los principales:
Hay modelos sin costuras. Son muy suaves y no rozan la piel. También hay sujetadores deportivos que incluyen estilos de natación. Son interesantes las opciones de alimentación con vasitos que se abren.